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domingo, 19 de julio de 2009

EL EXTRAÑO PODER DE ALICIA

Alicia entrelazaba hebras de aire. Sus dedos parecían agujas hilvanando la brisa, la dulce sal que la mar entraba por las rendijas, por las puertas mal cerradas….Los blancos y delgados dedos de la joven, tenían el poder de tejer, entrelazar, tensar palabras en el aire. Alicia conocía los secretos de las palabras, el poder de todas y de cada una, los misterios de su unión de su desunión….
A la inversa de la bella Penélope, Alicia, deshacía en las mañanas los sueños tejidos en las noches. Pero hubo un amanecer tan claro que hasta el mar, seducido por la luz, entonó viejos cantos de sirenas, estremeció con su voz enamorada las mismísimas entrañas de la tierra. Alicia, hechizada, fosforescente, olvidó destejer, y como si pájaros salvajes aleteasen entre sus piernas corrió por las calles del pueblo absorta en su locura, arrastrando su invisible red de palabras. Palabras que se hicieron sonidos, notas entrelazadas a los viejos cantos de sirenas, voces atrapando corazones, cerrado los ojos de las gentes, meciendo sus cuerpos en una complacencia voluptuosa, sonámbulos, extraviados en un delicioso sueño. A cada corazón le llegaban las palabras exactas, las deseadas, las amadas y sus cuerpos como huecas marionetas quedaban pegados a la inmensa red que Alicia tejía con sus mágicas palabras.
Desde ese amanecer, Alicia, no dejó de tejer de trenzar de tensar de unir de desunir de adornar de vaciar palabras, hasta que un día sus blancos y delgados dedos, sin querer, tejieron la palabra amor para ella. Palabra sin boca, sin manos, sin ojos, sin corazón. Sólo una palabra amor, hecha de ilusión de sueño de esperanza. Alicia, tomó su palabra, la sacó del aire y la dejó caer sobre una blanca hoja de papel, la miró largamente y entendió con inmensa tristeza que estaba sola.

11 comentarios:

aapayés dijo...

Un gusto leerte siempre.. por ahora no he podido dedicar el tiempo necesario para comentar, me encuentro fuera de casa, pero hoy deje el espacio para comentar...

Saludos fraternos
Un abrazo
Perdón por mi ausencia

Pd. hermosa foto que tienes..

Grettel J. Singer dijo...

lunaazul, bello, bellísimo.
cuánta magia y cuánta melancolía... me encantó. un besito

Deigar dijo...

Como siempre: maravilloso. El poder de tus palabras, en los sensores mi ser, arañan con locura mi pasión...

Saludos. Nos leemos

El sereno de los faros dijo...

Parece que una palabra destejida vale miles de sueños por vivir. El amor y la soledad pasan más tiempo juntos que separados. Sólo cuando se desiste en tejer el mismo sueño una y otra vez, el amor se hace sueño real... y se vive.

Como siempre me voy embelezado por tus relatos.

beso,

Mercedes Pajarón dijo...

Lunaazul, con qué gracia, con qué facilidad, con qué sutileza nos transportas a un mundo etéreo, intangible, volátil...Y eso de que ella se llame Alicia, le va perfecto...

¡Yo hablaría más bien del extraño poder de Lunaazul!!!!

Un beso muy fuerte!

silvia zappia dijo...

Hace rato que estoy leyendo y releyendo, como siempre hago con tus historias, y cada vez tengo más ganas de aplaudir!

Tu cuento es delicioso, bello,amoroso, doloroso, terrible, perfecto.

Lila
también
estaba
sola
T
E
J
E
R
Y
TEN
SAR
pájaros
algas
espumas
dedos
sueños
palabras
palabras
paabras
como
Alicia

Mil besos, niña de aire!

Ricardo Rivera Vasallo dijo...

Wow!
Qué líneas más sublime. Me imaginé la fantástica unión desunión apoteósica. Me dibujaste una hermosa sensación de alzar la voz, y sentir más aun esos cánticos, hechos palabras, y esas palabras hechas cánticos.
Te pareces bastante a Alicia.

Cuídate Lunaazul, eres genial.
Un gran abrazo.

Eduardo Galleguillos Castro dijo...

Lo que me había perdido, no me había percatado de esta nueva entrada… es que me dejaste boquiabierto, enredado en las fibras tejidas de Alicia. Como desarrollaste esa “locura”, esa inconciencia del mundo exterior del personaje, la perfecta sinfonía que dividía en su propio centro.
Y es que Alicia ha quedado plasmada y ensordecida con la patada de hierro de esa palabra; amor.
Genial!


Grande Lunaazul, un inmenso abrazo.

Rubén Lapuente Berriatúa dijo...

Tejes la historia con la minuciosidad de un orfebre.Frágil y mágico escrito.
Un beso

María Socorro Luis dijo...

Me he quedado enredada en la magia de tus palabras...

Desde ese mundo onírico , un abrazo. Soco

Eduardo Galleguillos Castro dijo...

Espero nuevas entradas y tu visita, talentosa Lunaazul
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