A pocos metros del mar, custodiada por árboles milenarios, una inmensa cancela cerraba el paso. En aquel reino, los manantiales bajaban de la montaña fríos, transparentes. Como seres invisibles se deslizaban por la oscura pared rocosa, por el camino empedrado, por los árboles, por las escaleras a derecha e izquierda hasta llegar al saliente de la montaña con su techo de flores y hojas. El mundo por entonces estaba lleno de manantiales. Pequeños arroyos tapizados de piedrecitas blancas que se metían en mis ojos en mis manos en mi boca. Pero los manantiales de la montaña me habían robado el pensamiento. Solicitaban mi presencia, me llamaban con sus venas acuosas, subterráneas, empapando, agitando mi cuerpo en un insensato temblor. La tierra mojada por un placer desconocido me reclamaba, doblegaba mi voluntad. Cruce la ardiente arena de la playa. Me detuve ante el verde desvaído de la reja. La manzana del árbol prohibido cayó en mi mano, destellante, estallando en mi boca su rojo más profundo. Y la oxidada cancela se abrió al unísono con mi mordisco, estremeciendo el aire con su lúgubre chirriar. Penetré en aquel paraíso despojándome de todo cuanto me identificaba. Allí, las criaturas del silencio corrían sobresaltadas ante el suave susurro del agua y los duendes de la montaña soplaban brisas para acariciar mis hombros y mi vientre. Pegué mi boca a la roca y sentí en mi lengua su dureza, el agua bajó por mi barbilla, por mi cuello, se abrió como afluentes sobre mis pechos mis sonrosados pezones mis muslos encendidos y me fue deshaciendo en una perfecta sinfonía de manantiales hasta que todo mi cuerpo se contrajo en un último suspiro. Después me tendí bajo el techo de ramas entrelazadas y las florecillas cayeron, juguetearon, sobre mi cuerpo adormecido, mientras mi mente volaba hacia la mar, atravesando océanos, desiertos, selvas, ciudades, aldeas, cordilleras, valles, ….buscando lo que aún hoy sigo sin encontrar.
Por entonces, yo ignoraba que a un dios ingrato se lo olvidó soñar al hombre, fuimos nosotras, deliciosas criaturas, su único sueño.
Por entonces, yo ignoraba que a un dios ingrato se lo olvidó soñar al hombre, fuimos nosotras, deliciosas criaturas, su único sueño.
17 comentarios:
Maravilloso escrito, que imaginación ta bella nos entregas.. me quedo en el mar esperando las caricias de tu escrito.
Saludos fraternos
un abrazo con el cariño de siempre
besos
ME SENTI CONMOVIDO, AFLIGIDO, SORPRENDIDO... AGRADECIDO QUIZAS POR TUS HERMOSAS PALABRAS.
ES TAN VICERAL, TAN NATURAL... ME GUSTO MUCHO.
CUIDATE, UN GRAN ABRAZO.
Has conseguido transportarme a otro mundo, y ha sido una experiencia maravillosa...
Un beso muy fuerte!
Tu relato es mágico, sensual, voluptuoso.
La plenitud sinestésica atrapa y guía el camino de la lectura y de los sentidos.
Y el cierre...absolutamente perfecto.
Mil besos, amiga!
hermoso!!! cuanto mas seguiremos buscando sin encontrar....
te dejo besos azules y amarillos ( muchos)
Me gustó la silueta de tu texto, las expresiones acaecidas por el rumbo vano de un pensamiento robado. La verdadera hipótesis de Eva y su famosa manzana, que cuenta mil historias, lejos esta la más ecuánime.
Me encanta tu manera de expresión, tu desciframiento apoteósico.
Genial otra vez.
Saludos Lunaazul.
Bravo luna, en la mente de la mujer se encuentra el hombre.
beso,
Logras hacerme entrar en tus sueños mágicos, con ese lenguaje que te envuelve en cada frase.Prosa poética que avasallas.
qué relato bello y mágico. tuve la sensación de que describías un mundo con cuerpo de mujer.
me encantó.
un beso
hermoso.. es tan natural.... es impresionante la forma que escribes... mil felicidades...
www.AristidesEchauri.com
La manzana y Eva, Pandora y la Caja, la mujer en el origen de todo, para su bien o para su mal.
Original enfoque el de tu texto.
Querida amiga, que sensibilidad, que belleza, es preciosa tú MANZANA DE EVA, es profundo su significado , hay que ver el ``DON´´ que tienes, que estaba ahí
escondido en lo más recondito de tu alma.
Un placer entrar unos minutos en tu mundo mágico.
Besos, Soco
El problema principal que enfrenta la mujer, Juana, es que ya ha comido la manzana, la ha probado. Comprendo que era inevitable, pero, y además, ¿no será acaso que la manzana está destinada a no saciar jamás? ¿No será que pretende ser deseada siempre?
Esto es un simple ángulo de interpretación...
Hermoso, me ha transportado a un mundo de sensualidad y libertad...simplemente me encantó.
Saludos. Nos leemos
Excelente... una obra de arte.
Te felicito
Como una pintura tu escrito; visual y lleno de magia.
Beso grande Luna.:-)
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