El día que el hombre pisó la luna a mi abuela la pisaba la muerte. Llegó a mi casa con su eterno luto, se sentó en el sofá del salón y me pareció que se hacía un poquito más pequeña. A mi abuela, según ella, el médico le diagnosticó vejez. Le tocaba irse porque estaba vieja, demasiado vieja.
Rosario, mi abuela, era una mujer diminuta, pasó por la vida sin molestar a nadie, parió diecisiete veces y crió a catorce hembras. Cuando le dije que el hombre había llegado a la luna, me sonrió, movió la cabeza de un lado a otro, y con un cierto tono irónico me dijo –no deberías creer todo lo que cuentan-
Rosario tenía su propia teoría. Para ella, la tierra seguía siendo plana y una enorme bóveda transparente la protegía, ningún artilugio del hombre podría atravesarla ¡cómo iba a llegar a la luna! El universo era una gran foto, y todos los astros incluida la luna reposaban sobre la bóveda.
Al cabo de dos días la visité. Estaba sentada en su butaca, creo que había vuelto a encogerse. La habitación parecía de hielo y una especie de halo la cercaba. De su boca salían estertores –No temas, - me dijo- es solo que estoy vieja y me sequé por dentro.
Aquella noche murió, una noche de Luna Nueva.
Cuando la tierra se oscurece y la noche se hace más negra que el carbón, solía contarme mi abuela, la Luna baja a por sus muertos. No tengas cuidado mi niña, la Luna siempre avisa.
10 comentarios:
Tres veces leí tu historia.Rezuma ternura.Y algunas gotas de dolor.Y hasta me hizo acordar a mi abuela, por lo diminuta,y porque para ella los muertos estaban en las estrellas, según me contaba.
Será por éso que tu nombre es lunaazul, y que yo no hago más que mirar al cielo...
Te dejo un beso enorme.
Luna ,
tiene razón rayuela es una mezcla de ternura y dolor, pero también es cierto que la luna siempre avisa,Rosario (tu abuela),tenía razón,
pero creo además, que una vez que viene por ellos .
se llena de luz para iluminar nuestras noches tan cerradas ,te dejo un beso
Qué maravillaaaaaaaaa, por Dios, Luna, esto ha sido precioso, muy bonito e interesante!
¡PRECIOSO mi niña!
Tu relato es precioso. Yo tengo el mío sobre el día que el hombre pisó la luna. Era muy pequeño. Veníamos de viaje. Mi padre paró el coche en Alcalá de Henares para tomar un café. Entramos en un bar y allí vi como un astronauta, daba saltos por la luna. Lo vi allí por primera vez.
Un beso.
Francisco Legaz.
Magnífico relato. Muy enternecedor y lleno de detalles mágicos. Los abuelos...esas personas con tantos detalles, con esa forma de ver la vida...
Genial el comienzo...
Creo que es de las mejores cosas que he leido!!
un besazo
Te descubrí por Francisco y me gusta tu blog luna de mi color predilecto.
Este texto es entrañable, gracias
LAS ABUELAS SON SIEMPRE LOS ÁNGELES QUE DIOS NOS PONE EN EL CAMINO. YO AÚN TENGO LA GRACIA DE TENER BIS-ABUELA, MIS DOS ABUELAS TAMBIEN VIVEN Y A ELLAS LAS QUIERO COMO A NADIE EN EL MUNDO PUES ME CRIÉ, DE PEQUEÑO, BAJO SUS TUTELAS.
ME HA GUSTADO MUCHO TU ESCRITO, COMO TODO LO QUE ESCRIBES, TE MANDOP UN SALUDO Y GRACIAS POR TU FIRMA EN MI BLOG.
CIAO Y ESTAMOS EN CONTAC.
"LA VIDA ES UN GRAN CIRCO, PERO SIN ESPECTADORES"
El recuerdo, nos hace vivir; como la Luna, traes a tu abuela de vuelta.
La magia se transmite, de generación en generación; como dice Rayuela, será por eso que no dejamos de mirar el cielo.
Beso estrellado, Luna!!!
Muchas racias por tu visita y por gustarte mi nombre. Yo llevo el nombre de mis dos abuelas con orgulloporque es la mejor herencia que me han podido dejar. Un auténtico lujo.
Siempre me has gustado los nombres que terminan en "L", por su musicalidad y porque me recuerdan a los ángeles.
Saludos desde La ventana de los sueños, blog literario
Las abuelas tienen tantos nombres consigo que a veces nos encanta su recorrido por la vida. Escuchandolas encantados vivimos más lo simple.
besos.
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